El parroquial suevo

Los «condados» del Parroquial Suevo o «Divisio Teodomiri» Según el propio documento, creado en la era 607 (año 559), en el tiempo de los suevos, se celebró en Lugo uno Concilio. Los Actas originales se perdieron y sólo se conservó una copia publicada a fináis del siglo XVI por Loaysa. Este autor dice que la recibió del obispo de Lugo y que la fuerza de su autoridad fue la que lo movió a darla al público (Flores, España Sagrada). Otra copia del Parroquial Suevo la podemos encontrar en la documentación del obispo Pelayo de Oviedo.

 «Tempore Suevorum, sub Era 607, die Kalendarum Januarii, Teodomirus Princips idem Suevorum, Concilio in Civitate Lucus fieri praecepit…»

La parte histórica de este documento, continuamos siguiendo al padre Flores, es que después de convertidos los suevos a la fe por la predicación de San Martín Dumiense, mandó el rey Teodomiro que se tuviera uno concilio en la ciudad de Lugo para que, entre otras cosas, se confirmara la religión católica. Acabado el concilio envió el rey a los obispos una carta en la que se proponía que, siendo tan dilatado su reino, no había el correspondiente número de obispos, lo que traía grandes problemas por no poder los prelados «visitar anualmente sus ovejas». Esto, unido a que en tan grande espacio -Galicia se extendía en aquel tiempo entre el Cantábrico y el Tajo-  sólo había una metrópoli -Braga-, era grave molestia para los obispos concurrir al concilio cada año. Estas razones motivaron que se creara una metrópoli en Lugo, por ser Lugo el sitio más adecuado para poder concurrir los obispos del norte de Galicia.

 «Ad Lucensem Luco Civitas cum adjacentia sua, quam tenent Comites XI una cum Cairoga, Lemos, et Cavarcos».

Polémica es esta escritura, no sólo por su naturaleza, en el sentido de dudarse de si se trata de un Acta o uno Concilio, sino también por su contenido. El padre Flores dice que no es del tiempo de los suevos como se indica en la escritura, sino muy posterior, porque en el tiempo de los suevos no se comenzaban así los documentos «Tempore suevorum…» y por ser las fórmulas de este tipo las que se usarían después. Lo mismo cuando se habla de aquel tiempo en pasado y no en presente (que sería lo normal), ya que utilizan «era» o «había» en lugar de «es» o «hay».

Los historidores actuales como P. David dicen que se trata de un texto antiguo, aunque con interpolaciones. Según David, nadie en el siglo XII por ejemplo sabía como eran las parroquias en el siglo VI, y que si fuera posterior tampoco el falsificador estaría familiarizado con las comunidades eclesiásticas suevas («ecclesias que sunt intro Britones»). Lo justifica también en el uso de los topónimos que coinciden con los que aparecen en las cecas suevas y visigodas.

El hecho de que aparezcan los 11 condados en el Parroquial Suevo demuestra que se trata de una interpolación clara(1), ya que este tipo de demarcaciones -los condados- no existían en el tiempo de los suevos. La interpolación se hizo probablemente en el siglo XII cuando la fiebre acaparadora de tierras era más intensa.  Estos condados habían sido donados falsamente por los reyes asturianos a la sede de Oviedo, recibiendo a cambio Lugo las sedes de Braga y Ourense, en poder de los musulmanas. Cuando estas sedes se hubieran recuperado, los 11 condados serían devueltos a Lugo.

La restauración de la sede de Braga se produce en el año 1.070, y en el 1.099 recupera su rango metropolitano. Por las razones indicadas más arriba, algunos autores como Novo Guitián creen que este es precisamente el momento en que se produce la interpolación de los once condados en el Parroquial Suevo.

(1) Según José Carbajal Sobral en su tesis doctoral «Los Concilios de Braga en los siglos VI y VII, reflejo de la vida en la Gallaecia de la época» (1999), estas serían las “ecclesias” que comprendería la diócesis de Lugo: VIII. 1. Ad Lucendum Luco civitas cum adjacentia sua quam tenent comites undecim, una cum: 2 Carioca 3 Sevios 4 Cavarcos, Montenigro, Parraga,Latra, Azumara, Segios, Triavada, Pogonti, Salvaterra, Monterroso, Doria, Deza, Colea.